HISTORIA Y TRADICIÓN
Si bien el origen exacto de las piñatas se remonta a las celebraciones del Año Nuevo Chino en la época de la dinastía Song, el famoso explorador Marco Polo jugó un papel en la difusión de esta tradición hacia el Occidente, durante sus viajes por la ruta de la seda en el siglo XIII, Marco Polo quedó cautivado por las festividades del Año Nuevo chino, donde observó con fascinación la práctica de romper ollas rellenas de semillas y de algunos objetos. En su libro; "El libro de las maravillas del mundo", Marco Polo describió estas tradiciones con detalle, despertando la curiosidad de los lectores europeos sobre estas costumbres locales.
Se cree que Marco Polo, al regresar a Italia, llevó consigo la idea de las piñatas, donde en Italia se adaptó a las costumbres locales tomando el nombre de "pignatta", que significa "olla de barro" en italiano. Con la llegada de los españoles a México en el siglo XVI, se produjo un proceso de sincretismo cultural que dio lugar a la piñata como la conocemos hoy en día. Los frailes españoles encontraron en estas tradiciones prehispánicas una oportunidad para evangelizar a la población indígena.
La forma de la piñatas se consolidó en México durante la época colonial, sus raíces se remontan a las antiguas tradiciones prehispánicas y diversas culturas mesoamericanas, como los aztecas, mayas y totonacas. Se realizaban rituales que involucraban la ruptura de recipientes llenos de ofrendas como parte de sus celebraciones religiosas.
Las piñatas de olla de barro decoradas con motivos religiosos y rellenas de frutas, semillas y pequeños objetos se utilizaban en las "misas de aguinaldo", celebraciones previas a la Navidad, para representar la lucha entre el bien y el mal. Los participantes, con los ojos vendados, golpeaban la piñata simbolizando su triunfo sobre el pecado y la obtención de las recompensas celestiales.
Con el paso del tiempo, las piñatas adquirieron mayor popularidad y se extendieron a diversas celebraciones, no solo religiosas, si no también su forma y decoración y a su vez se diversificaron, tomando formas de estrellas, animales y diversas figuras.
Hoy en día, las piñatas son un elemento fundamental de las fiestas mexicanas, especialmente en las posadas navideñas y las fiestas infantiles, su simbolismo ha evolucionado, representando alegría, abundancia y la unión en familia.